El consumo de bebidas alcohólicas se encuentra asociado desde un punto de vista epidemiológico con un riesgo aumentado de desarrollar cáncer del tracto gastrointestinal superior. La realización de estudios que establezcan esa asociación resulta complicada, debido tanto a la confluencia de varios factores de riesgo en una misma persona, por ejemplo alcohol y tabaco, como a la falta de datos que puedan ser comprobables por el clínico.
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El alcohol reseca la mucosa bucal y la hace más débil, es el principal causante de la atrofia epitelial de la mucosa bucal, haciéndonos más vulnerables a enfermedades bucodentales. Por tanto, la aparición de caries es una consecuencia negativa derivada directamente del consumo excesivo de alcohol. El alcohol está relacionado con el tabaco y la ingesta desproporcionada de azúcar que es nociva para el esmalte de nuestros dientes. Dicho azúcar acumula la placa bacteriana, que agrede el esmalte y fomenta la manifestación de caries.
Algunas veces hemos escuchado que las bebidas alcohólicas nos mantiene hidratados debemos aclarar que el alto contenido alcohólico, como el licor, pueden secar la boca. Este problema no solo causa mal aliento, también aumenta el riesgo de caries. La saliva mantiene la humedad de los dientes y ayuda a eliminar las placas y bacterias de la superficie del diente.
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Además la cerveza es ácida, lo que significa que los dientes tienen más posibilidades de mancharse con la cebada y las maltas que se encuentra en las cervezas oscuras. El color de las bebidas viene de los cromógenos," explica el Dr. John Grbic, director de biología bucal e investigación clínica en odontología en Columbia's College of Dental Medicine. Los cromógenos se adhieren al esmalte de los dientes que están comprometidos por el ácido del alcohol y manchan los dientes.
El abuso de alcohol es el segundo factor de riesgo más común del cáncer en la boca, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Además, las personas que sufren de dependencia al alcohol tienden a tener niveles de placa más altos en sus dientes y son tres veces más propensas a sufrir pérdida permanente de dientes.
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El alcohol contiene azúcar, lo cuál asociamos directamente con la formación de caries; sin embargo, puede ser más nocivo el efecto del azúcar en una bebida alcohólica que si solo consumimos una golosina. Esto se debe a que las bebidas alcohólicas tienen un PH menor al que normalmente tiene nuestra boca, y esto trae como consecuencia una disminución el la producción de saliva y reseca la mucosa bucal.
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La saliva tiene varias funciones, entre ellas humedecer la mucosa bucal y los dientes. Por lo tanto, el efecto de cualquier sustancia en este caso el azúcar tiene un efecto mayor y más potente sobre los dientes y las encías.
Otro de los problemas que pueden desarrollarse con la ingesta de alcohol es el mal aliento. Esto también tiene que ver con el PH y la afectación de la mucosa bucal. Al estar afectados y resecos, es más fácil que más bacterias sobrevivan en la boca y entren en acción, provocando olores muy fuertes y desagradables.
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Para quienes usan implantes bucales, el cuidado debe ser mayor, sobre todo si sufren de problemas hepáticos que pueden llevar a problemas de cicatrización correcta.
En el caso de otras bebidas de colores oscuros o con colorantes debemos prestar atención ya que pueden manchar nuestras piezas dentales. Si bien esto ocurre con otras bebidas no alcohólicas o también con alimentos, vale destacar nuevamente que con el alcohol se produce un resecamiento oral que aumenta los efectos nocivos.
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Por supuesto que estas son consecuencias que no se producen ni las notamos de manera automática, para notar un deterioro producido por el consumo de alcohol, se tienen que dar ciertas condiciones como un consumo de bebidas alcohólicas de manera habitual (aunque no sea excesiva), una limpieza deficiente o nula y falta de control con el dentista personal.
Las recomendaciones con respecto a las bebidas alcohólicas, así como a las sodas azucaradas o con los alimentos en general, van directamente relacionadas con la rutina de limpieza y control.