Previniendo el cáncer oral

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El control de los factores de riesgo ayudará a prevenir la aparición de la enfermedad. La autoexploración de la cavidad oral y un diagnóstico precoz serán fundamentales para aumentar el índice de curación una vez el cáncer ya se ha desarrollado.

Llevar una dieta equilibrada y saludable, mantener unas medidas higiénicas bucodentales adecuadas, no fumar, limitar el consumo de alcohol, evitar las prótesis mal ajustadas que rocen la mucosa, detectar y tratar a tiempo las lesiones orales que puedan aparecer e intentar no infectarse por determinado tipo de virus, esto es, controlar todos los factores de riesgo modificables, será clave para prevenir la aparición de cáncer oral.

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¿Cuánto tiempo tengo que estar cepillando los dientes? ¿Cómo sé si ya están limpios? La duración del cepillado es otra de las grandes dudas de los pacientes. La duración “estándar” del cepillado es entre dos y tres minutos. Pero el cepillado no sigue unas normas estrictas: cada paciente debe tomarse el tiempo que necesite y considere oportuno.

La autoexploración de la cavidad oral un par de veces al año, especialmente a partir de los 40 años, en busca de lesiones ulcerosas que no cicatricen en 2 semanas; de manchas blancas, rojas o pigmentadas; de tumoraciones; de induraciones; de hemorragias de origen incierto, o de zonas dolorosas o con sensibilidades alteradas, es una técnica que permite detectar alteraciones en las estructuras de la boca de manera precoz. Cara, cuello, labios, mejillas, encías, lengua, suelo de la boca y paladar deben observarse minuciosamente para detectar cualquier irregularidad y poder acudir a tiempo a la consulta del odontólogo para que lleve a cabo un diagnóstico profesional y, de este modo, pueda iniciar el tratamiento adecuado para evitar en lo posible las complicaciones.

 

Por supuesto, la autoexploración nunca puede sustituir las visitas regulares al dentista. Los odontólogos tienen la capacidad de reconocer, diagnosticar y tratar las lesiones más comunes que se ven en la cavidad bucal.


Con una identificación precoz del liquen plano (patología más común), de la leucoplasia (lesión blanca de la mucosa oral con características histológicas premalignas en un 20% de los casos), de la eritroplasia (placa de color rojo intenso y de aspecto aterciopelado con una alta tendencia a desarrollar carcinomas: 90% de malignización) y de la queilitis actínica (condición precancerosa de los labios, secundaria habitualmente a la exposición solar acumulada y al tabaco), puede evitarse que estas lesiones degeneren en un cáncer.

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Pero los odontólogos no sólo deben participar de la prevención secundaria, consistente en el diagnóstico precoz de la enfermedad una vez ésta, lamentablemente, ya se desarrollado, sino que tienen un papel clave en la prevención primaria, ya sea concienziando a sus pacientes de la necesidad de abandonar el tabaco y el alcohol, ya sea informando de los peligros de estos malos hábitos a las personas que todavía no se hayan introducido en ellos, ya sea educando sobre los efectos en los fumadores pasivos, ya sea dando pautas sobre cómo debe ser una dieta saludable, promoviendo el consumo de frutas y verduras.