Agregado de bacterias embebidas en una matriz, tiene textura pegajosa y en sus primeras fases, cuando aún no hay un acúmulo evidente, puede no observarse a simple vista. Al no poder distinguirse a simple vista la placa bacteriana, no se puede determinar en qué zonas de los dientes permanece adherida.
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El revelador de placa es un producto que tiñe la placa bacteriana. De esta forma, la placa bacteriana se vuelve visible, facilitando de este modo su eliminación y ayudando a la prevención de las enfermedades bucales como la caries o las enfermedades periodontales.
El primer revelador de placa fue utilizado por Skinner en Chicago en 1914 como método para mostrar “depósitos blandos” sobre los dientes que debían ser eliminados por el paciente en casa, para prevenir enfermedades como la periodontitis y la caries. Este primer revelador de placa estaba formulado a partir de yodo.
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Actualmente, algunas de las sustancias más comunes que incluyen los reveladores para teñir la placa bacteriana son la eritrosina, la floxina, la fluoresceína sódica, la fucsina o el verde malaquita.
¿Cómo utilizarlo?
En el mercado existen diferentes presentaciones, como los comprimidos masticables, líquido para aplicar en gotas, gel o colutorio, con un funcionamiento similar.
Para utilizarlos, hay que dejar que el revelador se mezcle con la saliva y se distribuya por todos los dientes evitando tragarlo, aunque en caso de ingesta accidental, no supone ningún riesgo para el usuario, ya que suele estar compuesto por colorantes alimentarios.
Es posible que puedan teñirse, además de dientes, las encías y la lengua.
Esta tinción irá desapareciendo poco a poco, pero puede permanecer algunas horas, por lo que se recomienda utilizar por la noche. También pueden utilizarse con prótesis o implantes.
¿Cuándo utilizarlo?
En función de la finalidad buscada, se puede utilizar tanto antes como después del cepillado:
Antes del cepillado: tiñe la placa bacteriana acumulada en todos los dientes, mostrando donde cepillar para eliminarla por completo. Es decir, actuaría de “guía” para el cepillado.
Después del cepillado: muestra la placa bacteriana que aún queda en boca tras el cepillado. Es decir, indica el grado de eficacia en el cepillado del usuario y muestra en aquellas zonas donde no ha sido correcto el cepillado.
El uso de reveladores de placa motiva a las personas, especialmente a los niños, a realizar un cepillado eficaz, y por tanto, ayudar a mantener una buena salud bucal.